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El punto de partida
El proyecto se desarrolla en un edificio ubicado en la Avenida Reina Victoria, con seis apartamentos, cuatro de ellos tipo dúplex. Cada uno de los apartamentos tiene una superficie máxima de 40 metros cuadrados. La propuesta inicial fue transformar estos espacios compactos en viviendas funcionales y eficientes, aprovechando al máximo cada metro cuadrado disponible, y adaptando el diseño a un contexto urbano dinámico y en constante evolución.
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El reto
El principal desafío consistió en crear un diseño arquitectónico que maximizará el uso del espacio sin comprometer la estética ni la funcionalidad. La distribución debía optimizar la circulación y las áreas de uso, respetando la pequeña escala de los apartamentos. En el caso de los apartamentos dúplex, la separación de los niveles debía generar un equilibrio entre las áreas privadas y las comunes, logrando un flujo fluido sin agobiar al usuario. Además, la implementación de una paleta cromática que incorpora el azul cobalto y el verde oscuro debía ser cuidadosamente dosificada para aportar dinamismo y sofisticación, sin sobrecargar los espacios.
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El resultado
El diseño final optimiza el uso del espacio mediante una distribución eficiente que crea una experiencia de habitar fluida y cómoda. Los apartamentos dúplex logran una clara separación entre las zonas de descanso y las áreas de estar, mientras que el aprovechamiento de las alturas y volúmenes aporta una sensación de amplitud. La combinación de azul cobalto y verde oscuro en las superficies arquitectónicas genera puntos focales que enriquecen los espacios sin recargarlos. Aunque los apartamentos no se entregan amueblados, el diseño permite que los residentes personalicen el espacio de acuerdo con sus necesidades, con lo que se logra un ambiente flexible y adaptativo. Los materiales seleccionados, las amplias aberturas y la altura de los techos contribuyen a una atmósfera luminosa y espaciosa.
























